VIDA DE A. PALMERO

EL  12 de marzo DE 1901 nace Alfredo Palmero en Almodóvar del Campo (Castilla la Mancha), su padre muere cuando él tenia 9 años de edad y se traslada a vivir con su madre y abuelos.

Ya con 9 años pintaba caballos a lápiz y un vecino llamado Rafael Montforte le empezó a enseñar la pintar a base de acuarela. Con 11-12 años de edad realizó su primer lienzo que aún hoy se conserva en la Ermita de Santa Brígida, dedicado a San juan Bautista de la Concepción, además pinta paisajes, y escenas que vende a Señores de Almodóvar muy de moda en la época.

La familia quería que estudiase una carrera pero Alfredo se niega y su abuelo Julián y su tío José lo llevaron a Madrid para que pudiera desarrollar su pasión. Visita la tienda más importante de Madrid de grabados y marcos situada en la calle Fuencarral de Alberto Iturrioz quien predijo que sería uno de los mejores pintores de su tiempo y convence a Luis Menéndez Pidal para que lo aceptara como  discípulo sin cobrarle ninguna cantidad a Alfredo Palmero.

Palmero se preparó las oposiciones para ingresar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sus profesores eran pintores eminentes y conocidos como Julio Romero de Torres y Joaquín Soroya. 
En 1919 adoptó la doctrina de su Maestro Luis Menéndez Pidal y pintó interiores de iglesias con viejos y niños, el sermón, misticismo aldeano.

La familia Bou compraba los cuadros de Alfredo a 500 ptas, un precio elevado teniendo en cuenta que pagaban a 1000 ptas los cuadros de los reconocidos pintores de Julio Romero de Torres y Soroya, Pradilla…

Con esos ingresos Alfredo empezó alardear de indumentaria y gallear en Madrid. Acudía al Sagrado Café del POMBO donde Ramón Gomez de la Serna “Literato Nato” crea un ambiente de espíritu liberal alrededor suyo.

PARIS

Se pone en contacto con amigos y compañeros de San Fernando que tenía cierta veteranía en París, los cuales tenían admiración exaltada por Paul Cezánne (pintor francés) padre de la pintura moderna (Posimpresionismo). A Palmero le interesaba la situación psicoartística, por ello entró en una exposición pública llamada ‘Alineados’ donde se exponía casos clínicos que figuraban en los archivos de psiquiatría, con el fin de explicar mejor la génesis del sentimiento creador “la ingenuidad pura y la síntesis imaginativa.

A finales de 1927, Alfredo pasó unas oposiciones para Italia que emprendió en 1928 con su gran amigo escultor de Ciudad Real Felipe Coronado. Venecia, Milán, Florencia, Roma, con 27 años de edad había conocido las tendencias más modernas de París, Alemania, Suiza y ahora Italia; Grandes como Tintoretto, Tiziano, Rafael, Miguel Angel, Los Bellinis, Caravaggio.

En su ruta de vuelta a España, Palmero soñaba con la realización de la obra  “LA MUERTE DE NUESTRO SEÑOR DON QUIJOTE DE LA MANCHA” , que recoge el simbolismo espiritual reflejo de su viaje a Italia.

Tuvo tanto éxito su cuadro que el pintor esperaba obtener su gran recompensa, pero no obtuvo ningún premio y su frustración fue enorme.

Con el dolor del fracaso en la Nacional y en un Madrid saturado de rumores frívolos e inquietantes, se casó con Doña Milagros Hernández Calle, terminando su vida alocada y apareció en él un sentido de la responsabilidad  y  de tomarse la vida seriamente.

El 25 de mayo nace su primer hijo Alfredo (sería fundamental para su carrera), lanzó a nuestro pintor al conocimiento de la naturaleza y del arte, así como un mundo moral.

El 18 de Febrero de 1936 debido a los acontecimientos de la Guerra Civil, envió a Milagros y sus hijos a Murcia a casa de la hermana de ésta en el Mar Menor.

BARCELONA

Posteriormente se trasladó a esta ciudad donde se inició un período en el que empezó a cultivar la vida artística de Barcelona donde descubrió con gran asombro la afición auténtica del pueblo catalán a la pintura.

Palmero celebra una exposición donde vuelca toda sus sabiduría técnica haciendo un auténtico cuadro llamado “Fiesta Mayor en Cataluña”, aunque la exposición tuvo un éxito mediocre pero supuso un cambio de camino para el pintor.

A partir de esta exposición el mundillo de marchantes nacionales e internacionales le buscaron y comenzó a trabajar sin pretensiones económicas, solo pensaba en sus hijos y la pobreza de su familia. Palmero pintaba para los intermediarios sin preocuparse de lo que quisieran pagarle.

EL ÉXITO

El 30 de julio de 1958 su hijo Alfredo termina su Licenciatura de  Derecho por la Universidad de Barcelona, dedicando de ese momento su juventud, fuerza e imaginación para que su padre para que su padre consiguiera el reconocimiento artístico y dejando al pintor libre en su plena facultad creativa y Alfredo asumiendo las funciones ante los comerciantes, galeristas e intermediarios.

Hizo frecuentes viajes a Madrid para charlar con el maestro Goya cuyo talento libre, sano y tan directo le encantaba. Iba encontrando que él tenia una mano parecida.

También solía escapar a París para estudiar a Monet y a Renoir con los que mantenía auténticos diálogos y le convencían que iba por el verdadero camino, sólo le faltaba el éxito (Reconocimiento artístico). 

Palmero tenía la agilidad, la gracia, la técnica fluida y fácil de  los grandes, pensó que si Goya en su juventud recreó los tipos y costumbres, creando a mano lo goyesco, él podría dar fe de los tipos  y lugares que por allá en los años 20 le hicieron feliz (famosos cafés de Madrid, de París o Roma, la gracia maravillosa de las hermosas mujeres, las grandes perspectivas, todo ello complementado con los arrogantes caballos, las escenas de toros y los motivos quijotescos).

Fue un acierto total, conquistó el corazón de todos los públicos. El Reconocimiento había llegado.

Con ocasión de la boda de la española Fabiola, con el Rey Balduino de Bélgica, organizó Alfredo hijo a su padre, la primera exposición en Europa (Bruselas), que ocupaba toda una planta en “la Plaza Rogier”. Presidía un retrato de la reciente reina, no hubo publicidad y catálogos sin repartir, no había nada bueno sino el sitio. Se abrieron las puertas y el público de las calle invadió la sala.

El éxito, en ese momento fue fenomenal, fue ratificado como el Maestro de Bruselas, ya que con este apelativo se le llamaba con el clamor del público.

A partir de ese éxito, a palmero se le abrieron todos los horizontes de Europa y todas las salas del mundo.

Galerías, ciudades, comentarios, millones de reproducciones , diarios, prensa y televisión repetidas miles de veces el apellido “Palmero”, gran cantidad de personalidades de Primer Orden internacional: el Rey Don Juan Carlos, la Reina Fabiola, Valerie Giscard d´Estaing, el Príncipe Bernardo de Holanda, Don Juan de Borbón, Françoise Mitterrand, General de Gaulle, Ronald Reagan, Carlos de Inglaterra, así como políticos, banqueros, industriales, intelectuales y gentes de todos los lugares. El pintor de las escenas de toros, de la Belle Époque de París, de los famosos e inconfundibles Caballos de Luna, de los cafés de principios del siglo XX, cuadros repartidos por todo el mundo y celosamente guardados  en las mejores pinacotecas…

El 26 de noviembre de 1985 fallece su mujer Milagros.

El Fundador de una estirpe de pintores  (su hijo Miguel Ángel y su nieto Alfredo Palmero Herrera) Alfredo Palmero ‘Maestro Palmero’ fallece en Barcelona el 5 de mazo de 1991, mientras se celebraba en Madrid la última de sus exposiciones.